
Cuando el botón de una rosa abre por fin sus pétalos, sin duda alguna, es algo muy hermoso y bello;
pero más bello es tenerte a mi lado. En el camino hacia el futuro, yo te veo ahí, conmigo,
siempre junto a mí, dándome tu mano y regalándome tu linda sonrisa,
tú siempre estás ahí para protegerme y cubrirme del mal tiempo, sin condición alguna.
Tú eres mi manantial de
vida; vida que sin ti no
sería, eres aquel ángel que
Dios me envió para ser mi guía.